Esta receta es de un queque casero, simple pero delicioso. Puede hacerse con mermelada de fresas o naranja ( clásico) o con otras mermeladas (guanabana, sauco, aguaimanto...). Se presenta glaseado, pero si prefiere simplemente (una vez frío) puede cubrirlo con azúcar en polvo (impalpable) y queda perfecto también.
Este queque puede ser un excelente postre en la cena de navidad o en el almuerzo del día siguiente y podemos servirlo acompañado de una bola de helado de vainilla o con frutas en conserva.
Ingredientes ( para 4 personas)
3 huevos
150 g de azúcar
100 g de harina
80g de Almendras molidas
½ paquete de polvo de hornear
150 g de mantequilla salada
Mermelada de cerezas 200 g
5 g de jengibre fresco
Para el glaseado:
200 g de azúcar impalpable
Jugo de 1 limón
Preparación
Pre caliente el horno a 180 ° C.
Cernir el polvo de hornear y la harina en un bol.
Por separado, derrita la mantequilla en una cacerola.
En otro bol, bata enérgicamente los huevos y el azúcar hasta que la mezcla blanquee.
Añada la harina tamizada en lluvia a continuación, agregue las almendras molidas (o en polvo), la mantequilla derretida y mezclar.
Añada el polvo de jengibre (o raye cuidadosamente el kion fresco).
Engrasar y enharinar el molde.
Vierta 1/3 de la masa, luego cubra con mermelada, ponga un segundo tercio de la masa, añada mermelada de nuevo y termine con la masa restante.
Hornee durante 40 minutos.
Chequee con la punta de un cuchillo y si al pinchar el queque sale seco, ya está listo.
Deje que se enfríe durante unos minutos antes de desmoldar.
Para el glaseado:
En un bol, mezclar el azúcar en polvo y el jugo de limón poco a poco hasta conseguir una masa brillante y suave.
Con una cuchara, cubra la torta y permita que el glasé se endurezca a temperatura ambiente durante una hora.
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